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INTRODUCCIÓN

La Guerra Civil Española fue uno de los acontecimientos históricos más importantes de España. Comenzó en el año 1936 y acabó en el 1939 con la dictadura de Franco. Enfrentó al gobierno de la República (bando republicano) contra una parte del ejército que se alzó en armas (denominado el bando nacional), finalizando con la victoria de este último. Es por eso que muchos de nuestros antepasados han vivido esa época, y quien mejor de narrar todos los hechos y anécdotas que uno de ellos.

Mi abuelo Eduardo nació en un pequeño pueblo de Grado, donde paso toda su infancia mientras la Guerra estaba sucediendo.  Era una familia de 5 hermanos que tuvo que marcharse de su casa hacia otro pueblo porque fue ocupada por los republicanos. Su padre murió cuando él era solo un niño pequeño.  Ya en su juventud, se fue a vivir a Avilés, allí empezó a trabajar en la empresa siderúrgica ENSIDESA, después de ir a la mili y de acabar los estudios que estaba haciendo en Oviedo…

Lo he escogido a él porque me parece que es una historia interesante y porque así se mas sobre mis antepasados.

 

El padre de mi padre, mi abuelo Eduardo, nació en un pequeño pueblo llamado Agüera que está a cinco kilómetros del municipio de Grado. Nació en el año 1929.

Era de una familia muy adelantada, entre sus tíos había un médico, dos profesores de universidad, un maestro armero… En su casa había labranza y además había un comercio – tienda, de la cual vivían sobre todo. También, aparte, tenían un salón de baile en su casa, donde se celebraban bailes cada quince días más o menos.

En la infancia le cogió la Guerra Civil Española, que comenzó en 1936. Mi abuelo tenía siete años cuando comenzó la guerra.  También tenía siete años cuando le murió su padre, justo antes de comenzar la Guerra Civil; su madre murió cuando él tenía veintiún años.

La experiencia de la Guerra Civil le recuerda que su familia  tuvo que marcharse de su casa a Cañedo, un pueblo en el que no había conflicto. Tuvieron que marchar porque los republicanos ocuparon su casa. La utilizaban como polvorín, de armería…porque era una casa muy grande y tenían cocina, así que podían comer allí. Les obligaron a marchar. Durante ese tiempo de guerra, con siete años, “recuerdo sentir tiros, cañonazos, etc. Sentíamos todo aquel ruido de Oviedo. Esto lo tengo grabado en la memoria” – afirma, “no sentía miedo porque con esa edad el miedo no lo conoces”.

Al año siguiente volvieron otra vez a la casa natal, cuando marcharon las tropas de allí.

Durante el resto de su infancia asistió a una escuela rural, hacía alguna labor en la tienda que tenía, alguna otra en el campo…Pero nunca faltaban a la escuela por ir a hacer alguna labor, porque en su familia era más importante la preparación antes que el campo o la tienda. Por el verano tenía que hacer labores en la hierba, recoger maíz, recoger las fabas…

Durante todo esto, todavía estaban en guerra.

 

Cuando acabó la guerra en el año 1939, él tenía 10 años. Es entonces cuando comenzó la post – guerra, donde había muchas necesidades y se vivía bastante mal. Aunque en su casa nunca se pasó hambre. Sin embargo, iba mucha gente de la cuenca minera solamente a trabajar a las casas. En su casa hubo dos o tres que trabajaban solamente por la comida.

 

Hasta los 14 años fue a la escuela rural, que era bastante buena. A partir de los catorce fue a una escuela particular en Grado, con un maestro, donde se especializó en delineación. Allí empezó a estudiar un poco de comercio y de delineación. Aun así, siguió haciendo labores en casa porque eran cinco hermanos y todos iban marchando, él era el último de los cinco. El primero se había ido a la guerra, que tenía dieciocho años.

A partir del año 40, cuando ya se iba normalizando todo, “podías estudiar bachillerato, podías ir a academias, las escuelas rurales ya estaban todas con sus maestros…todo funcionaba perfectamente”.

Como estaba estudiando sustituyó a maestros en dos pueblos. Cuando faltaba algún profesor iba él. Tenía sobre dieciocho años. Cuando el maestro se ponía de baja cogían a alguien que estuviera un poco preparado para sustituirle.

Fue a la mili en el año 1951 y estuvo solo un año.

Más tarde, se fue a Oviedo a una academia de delineación para profundizar más los estudios que tenía.

 

En la mili

Tuvo una juventud normal, salían todos los domingos: iban al cine a Grado en bicicleta, a los bailes de salón y a las romerías. Pasó los años 40 y 50 muy feliz y muy bien. “Era todo muy divertido” – añade.

Siguió yendo a la academia en Oviedo hasta especializarse bien en la delineación. Por aquel entonces tuvo que quedarse en casa porque uno de sus hermanos, que estaba en casa con la labranza, enfermó. Estuvo tres años enfermo y al final lo tuvieron que operar del riñón.

Poco a poco, durante los años 50 – 55, fue todo mejorando porque en 1950 se construyó ENSIDESA, la gran siderúrgica de Avilés.

En el año 1960 se marchó a trabajar a esta empresa. Empezó trabajando en un taller siderúrgico, de técnico. Más tarde, entró en el departamento de delineación. Allí estuvo unos tres o cuatro años. Pero los iban trasladando, así que pasó a administración en oficinas centrales. Allí se ocupaba del control de salarios. “La empresa te ofrecía plazas, hacías un examen e ibas a trabajar a la plaza que te habían ofrecido”.

En esos tiempos, se andaba en bicicleta, en moto…Hasta que se compró su primer coche, un Seat 600.

Durante todo este periodo conoció a su mujer, mi abuela Rogelia. Se casaron en el año 1966.

Mi abuelo siguió trabajando en ENSIDESA hasta que se jubiló en el año 1992.

Cuando su hermano murió, les dejó la casa que tenían en el pueblo de Grado, así que en el año 2004 volvió a sus orígenes, donde nació, en Agüera.  Como la casa quedaba sola, se tuvieron que ocupar de ella. Les dejó en herencia esa casa y todas las fincas.

Una de las cosas que hizo mi abuelo cuando se marchó a vivir a Avilés, fue hacerse socio del Grupo de montaña Ensidesa, que estaba empezando su actividad. Salían de excursión los domingos, aunque él participaba poco porque sus hijos eran pequeños y no tenía tiempo. Fue mucho después, al jubilarse, cuando empezó a salir más y más con este grupo, convirtiéndose en un experto guía de montaña. “Fuimos de vacaciones con el grupo al extranjero. Estuvimos varias veces en los Pirineos, también en los Alpes en Francia, por Italia, Suiza, etc.” Todavía hoy, con 86 años,  continúa saliendo de montaña aunque un poco menos.

EDUARDO FERNÁNDEZ

Julia Fernández Andrés 4º ESO B

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